STEPHANIE McMAHON SALVA A BIG SHOW DE LA POLICÍA

La Vicepresidenta Ejecutiva de Creación de WWE salvó a Big Show de ir a Comisaría por amenazar a Triple H.

Temprano en la noche, Big Show estalló de furia y amenazó al MG de RAW Brad Maddox con una advertencia: iba a quedarse en su oficina toda la noche hasta que él le trajese allí a Triple H para poder noquearlo (Ver). Largo tiempo después, el gigante seguía deambulando de aquí para allá en la oficina del MG de RAW, habiéndose remangado la camisa dispuesto a entrar en acción en cuanto el WWE COO apareciese por allí. Pero no apareció "HHH", sino que apareció un quinteto de policías locales de la ciudad que, debido a acusaciones contra Big Show por amenaza física, le pidieron al "Atleta más Grande del Planeta" que los acompañase a Comisaría. Antes de que esto ocurriera, Stephanie McMahon entró en escena, montando un numerito de primera para salvar a Big Show de ir a la trena por amenazar a su esposo Triple H. Afirmando que Big Show era una persona inconsciente de las consecuencias de sus acciones que estaba bajo mucha presión cuando noqueó a Daniel Bryan (Ver), The Miz (Ver) y el "Hall of Famer" Dusty Rhodes (Ver), Stephanie McMahon excusó al gigante diciendo que "sólo intenta llevar un plato de comida a la mesa de su familia" y aseguró que lo tiene todo bajo control. A pesar de haber salvado a Big Show de la policía, la Vicepresidenta Ejecutiva de Creación de WWE no iba a dejar al gigante irse sin humillación, y afirmó públicamente que la esposa de Show "le dijo" temprano esta misma noche que él "no daba la talla en casa como hombre". Dicho esto, Stephanie y la policía abandonaron la oficina del MG, dejando a Big Show entristezido... hasta que una visión cambió su expresión facial: el emblema de la calavera con la corona de rey que caracteriza a Triple H como "The King of Kings" ("El Rey de Reyes"). Viendo ante sí el emblema, Big Show cerró su enorme puño y lanzó un derechazo tan devastador hacia el cuadro que lo atravesó sin contemplaciones y dejó un agujero en la pared de la oficina como consecuencia del brutal impacto. Todo esto apunta a una cosa: si ese derechazo fuese a ir directo hacia Triple H, sería la última vez que veríamos al COO por aquí.